Economía circular para el México moderno y premoderno

Un artículo de Cristina Cortinas[1]

Cómo aborda el INECC el tránsito de México hacia una economía circular

Caso de la industria 4.0 en el México moderno

En una publicación reciente[2], el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), plantea que la automatización, conectividad y la administración inteligente de información en tiempo real, son tecnologías que aplican los modelos de negocio circulares que buscan ganar capacidad competitiva de las empresas, en un sector y mercado específicos, como es el caso de los siguientes relevantes para México:

Ejemplos de tecnologías aplicables en sectores económicos relevantes para México

Sectores Tendencias tecnológicas
Sector Agroalimentario

(granjas inteligentes)

Servicios GPS, la tecnología de intercambio de información máquina a máquina (M2M), IoT alineada con sensores y Bigdata para optimizar rendimientos de cultivos, reducir los insumos del peso productivo, agua, energía, fertilizantes y plaguicidas, así como el desperdicio. Se requiere incorporar datos del suelo, telemetría, software inteligente Bigdata/IoT y servicios en la nube.
Sector de la Minería La utilización de la tecnología 4.0 es significativa para mejorar la seguridad de las personas, el mantenimiento de la maquinaria pesada, la operación remota de la producción, el consumo de energía en los activos de acuerdo con las condiciones de funcionamiento. Consolidar en este sector la combinación de sensores, IoT, Bigdata y nube posibilitarán la implantación de algoritmos de inteligencia artificial que previenen situaciones de riesgo, optimizarán la gestión del mantenimiento y energía utilizada; costos muy representativos de este sector.
Sector de la Energía Respecto de la distribución y comercialización, el reto es generar la red inteligente con la sensorización; a través de los medidores y software inteligente. Con esto se reducirán las pérdidas en red y la óptima gestión de la demanda potenciará la eficiencia en el consumo. Todo ello conectado e integrado y monitorizado a través de Bigdata, nube, IoT y drones. La digitalización del servicio con el consumidor juega un papel principal ya que servitizará los kW/h producidos y proporcionará la posibilidad de adecuar el proceso de generación a la demanda online.
Gestión de Residuos En este sector la potencial integración de la tecnología es para todos sus procesos, desde la recolección, el transporte y su logística, y el tratamiento final en las plantas. Contenedores inteligentes, Bigdata, IoT e inteligencia artificial para la transmisión de los datos y gestión en el tratamiento de los residuos y mantenimiento, así como la posibilidad de utilización de drones para la supervisión de vertederos.
Sector Manufacturero Este sector es el que se considera la principal palanca de desarrollo de la Industria 4.0, donde se pueden aplicar todas las tecnologías y modelos de negocio circular planteados.

Pilares para avanzar hacia la cuarta revolución industrial

De acuerdo con el INECC: Para mejorar los indicadores de transformación tecnológica presentados, se requiere plantear soluciones basadas en institucionalizar enfoques participativos en los que intervengan los distintos agentes interesados para la definición de políticas industriales, en particular la colaboración público-privada y el esencial liderazgo compartido y coordinación entre entidades gubernamentales.

Pilares para avanzar hacia la cuarta revolución industrial

1.         Desarrollo de capital humano con formación tecnológica,

2.         Innovación,

3.         Clústeres,

4.         Adopción de tecnología y

5.         La calidad de la estructura institucional

Estrategias dirigidas a impulsar el desarrollo de iniciativas de innovación

Estrategias basadas en las Directrices de la Economía Circular y las Tecnologías de la Industria 4.0

v Creación de fondos públicos de ayuda a la inversión en innovación para este tipo de iniciativas. Todos los proyectos de innovación, entendidos desde la perspectiva de la EC, deberán responder a la mejora de la eficiencia y reducción del impacto ambiental de la cadena de valor en su conjunto y deberán ser fuente de beneficio social explícito.

v Creación de espacios de inteligencia compartida entre los ámbitos de sector público, empresas y universidades y centros de investigación que lideren los procesos de investigación y creación de directrices de desarrollo circular y tecnológico.

v Cooperación nacional e internacional necesaria para el diseño de proyectos de innovación rentables;

v Alineación con los compromisos internacionales en materia de cambio climático y con los objetivos de desarrollo sostenible;

v Promoción efectiva de la cultura de la innovación y transparencia de las estrategias para los actores clave.

Ni la EC ni la industria 4.0 están a favor de “puestos automatizables”, más bien apoyan proyectos de innovación de diferente naturaleza bajo un contexto de transformación eficaz y eficiente para la creación de empleos de calidad.

Orientaciones para la elaboración de la Hoja de Ruta Nacional hacia la Economía Circular

Etapas de la Hoja de Ruta Nacional susceptibles de evaluación

1a. Etapa 2a. Etapa
Transición hacia la EC” basada en un cambio paulatino de los modelos de producción actuales comprende los siguientes pasos:

1. La adopción de acciones de mitigación de impactos socio-ambientales negativos (como las emisiones de GyCEI, la contaminación de los recursos naturales y los problemas de salud pública derivados de la contaminación ambiental).

2. Re-aprovechamiento energético de ciertos materiales que aún no son aprovechables bajo modelos económicamente viables, para la re-utilización de aguas tratadas y lodos resultantes de procesos.

3. La transferencia de tecnologías que contribuyan con la reducción de externalidades y de las emisiones contaminantes actuales, esto bajo estándares de eco-eficiencia (economía lineal).

Adopción de la EC” para un mediano y largo plazo y que se basa en:

1. El cumplimiento a los compromisos adquiridos por el país en materia de sustentabilidad, acción climática y bienestar social.

2. La implementación de modelos de producción y consumo sustentable regidos por los principios de eco-efectividad (EC).

3. La inclusión de modelos de negocio circulares necesarios en la relación entre productor y consumidor, que facilitará mediante nuevos mecanismos, la co-responsabilidad en el uso y re-incorporación de los bienes a nuevos ciclos económicos.

Periodos para el desarrollo de las agendas estratégicas sectoriales

Considerando las etapas de la hoja de ruta para la implantación de la economía circular en México, el INECC propone tres periodos en los que se desarrollarán las agendas estratégicas sectoriales para acelerar la transición hacia la EC.

Actividades y acciones a realizar en cada periodo para el desarrollo de las agendas estratégicas sectoriales

Primer periodo (2021-2024) Segundo periodo (2025-2027) Tercer periodo (2028-2030)
Trabajar en la modificación de las reformas estratégicas para una acelerada transición (re-aprovechamiento de recursos por las industrias priorizadas). Además de desarrollar las siguientes acciones:

a. Conformación del aparato de Gobernanza para la EC;

b. Desarrollo de políticas públicas complementarias;

c. Diseño e implementación de programas de competitividad basados en producción y consumo sustentable;

d. Diseño de incentivos fiscales y beneficios económicos para la transición hacia la EC,

e. Diseño e implementación de los programas de investigación científica tecnológica, innovación circular y emprendimiento;

f. Incluir en el Sistema Nacional de Cambio Climático (SINACC), el tema de la economia circular

g. Diseño e implementación de la estrategia de comunicación para la transición hacia la EC;

h. Diseño de programas educativos y de formación para los nuevos empleos

Evaluación de los resultados de las acciones implementadas en el primer período, para contar con:

a. Los primeros Reportes Anuales con el progreso en la transición hacia la EC, las principales barreras y desafíos en su proceso de implementación y los hallazgos clave para la re-formulación de estrategias, programas y planes de acción;

b. Consolidación del SINACC como mecanismo de transparencia, rendición de cuentas y monitoreo de impactos, a través de la publicación de datos abiertos a la sociedad;

c. Las mesas técnicas sectoriales y las redes de aprendizaje que faciliten los procesos de intercambio de experiencias y conformación de alianzas estratégicas sectoriales y regionales para la EC;

d. Consolidación de la cultura sustentable determinada por estilos de vida de consumo consciente denominada como ciudadanos circulares.

 

Evaluación de impactos y resultados para la re-formulación de aquellas acciones que no hayan alcanzado los indicadores esperados. Se requiere:

a. Un análisis detallado de las estrategias y políticas en materia de desarrollo sustentable, innovación y EC tanto a nivel regional, como en el contexto de los principales países aliados comercialmente

b. Desarrollo de la hoja de ruta de EC sustentable, con escenarios de carbono neutralidad a nivel nacional al año 2050.

c. Establecimiento de los indicadores clave en los niveles macro, meso y micro, para facilitar su seguimiento y la toma de decisiones que aseguren su consecución en tiempo y forma.

 

Líneas estratégicas

Líneas estratégicas de la hoja de ruta

1. Sistema de Gobernanza de la EC Definición de objetivos, metas y políticas para la transición hacia la EC, a fin de establecer competencias y responsabilidades de las comisiones, comités y mesas técnicas, encargadas de liderar el diseño e instrumentación de todas las políticas, mecanismos e instrumentos de implementación y monitoreo.
2. Gestión sustentable del agua, la energía y los recursos biológicos y técnicos Principios de circularidad aplicados al metabolismo económico, inicialmente a través de los sectores priorizados, pero no limitante incluyendo flujos de energía, agua y materiales, que deben ser concebidos como recursos re-aprovechables una y otra vez en circuitos económicos cerrados. La disposición final sólo debe ser considerada para los residuos peligrosos y para un pequeño porcentaje de materiales no-aprovechables y que a través del tiempo serán sustituidos por otros materiales recuperados con alto grado de reciclabilidad o por materiales nuevos de base biológica.

En este ámbito, se considera importante incluir las estrategias de diseño circular de partes y productos, así como la implementación de nuevos modelos de negocio circulares, el desarrollo de nuevas actividades económicas como servicios, los modelos de responsabilidad compartida por todos los actores de la cadena de valor (incluido al consumidor final), instrumentos de comunicación que transformen el comportamiento o las decisiones de consumo (tales como el eco-etiquetado, los programas de recompensa al prosumidor, entre otros) y la implementación de tecnologías de la industria 4.0 que habiliten estas nuevas dinámicas de mercado.

 

3. Política Fiscal

Una de las líneas importantes para el desarrollo de un marco fiscal para la EC requiere se considere el desarrollo de un mapa de programas de financiamiento verde, innovación circular y fondos climáticos mediante los que se podría financiar en sus etapas de implementación, operación y monitoreo de resultados.
4. Valorar la re-orientación de los actuales subsidios Particularmente los relacionados con la extracción de materias primas vírgenes y recursos naturales no-renovables; la operación de modelos de negocio y de producción alineados con las prácticas de la economía lineal: y al uso de los combustibles fósiles en todas sus aplicaciones. Estos deberán orientarse hacia la creación de los incentivos fiscales que estimulen la adopción de tecnologías limpias y la creación de empresas circulares más competitivas tanto en el mercado nacional, como en mercados internacionales altamente regulados, generando oportunidades de empleos de mayor calidad.
5. Política de Investigación, innovación y emprendimiento. Enfocada en el diseño y despliegue de los programas para el desarrollo tecnológico y la implementación de las actividades económicas bajo parámetros de circularidad, que incluye el planteamiento de:

a. Programas de investigación para la competitividad

b. Programas de emprendimiento, enfocados en:

• La generación, distribución y consumo de energía limpia (residencial e industrial);

• El desarrollo y comercialización de tecnología de alta eficiencia energética e hídrica;

• La re-valorización de productos, partes y materiales recuperados;

• El eco-diseño de nuevos productos y servicios;

• El despliegue de negocios en la economía digital aplicada a modelos de negocio circulares;

• El desarrollo de nuevos mercados de intercambio de productos y servicios

• El desarrollo de nuevos materiales de base biológica.

• Proyectos de I+D+iC: Para desarrollar un modelo de investigación e innovación circular en temas como:

• La transferencia de tecnología limpia para proceso y simbiosis industrial;

• La servitización de productos bajo criterios de eco-diseño, durabilidad y procesos de des-ensamble/re-manufactura/re-ensamble;

• El cierre de ciclo de flujos de aguas tratadas, energía residual y de materiales recuperados y;

• El desarrollo de sustancias químicas, bio-plásticos, bio-materiales y bio- energía, entre otros;

c. Programas de innovación circular y simbiosis industrial: En un contexto donde se identifican las líneas temáticas, siguientes:

• La creación de acuerdos privados y convenios interinstitucionales para facilitar la adopción de tecnologías para simbiosis industrial;

• El desarrollo de modelos de re-valorización de aguas industriales tratadas basados en la conexión de oferta y demanda entre usuarios de estos hubs;

• La creación de laboratorios o instalaciones piloto para realizar ensayos y procesos de validación técnica;

• La implementación de mecanismos de co-inversión público-privada en tecnología limpia.

6. Sistema Nacional para la innovación circular y el cambio climático (SINACC) Se propone que este sistema cuente como plataforma de datos abiertos que se enfoque en:

v La publicación de métricas e indicadores del marco de referencia y monitoreo de la EC incluida la batería de metas y compromisos país ante los acuerdos y agendas internacionales (COP21 y ODS, entre otros);

v La difusión de contenidos educativos en materia de EC para los diferentes grupos de interés y para los ciudadanos circulares;

v La trazabilidad y transparencia en la asignación y gestión de todos los recursos y proyectos desarrollados;

v Acelerar la transición de las regiones, identificando oportunidades para investigadores, innovadores y emprendedores en conexión con los fondos para desarrollo;

v La publicación de políticas públicas en materia de EC, innovación, desarrollo tecnológico, perspectiva de género, equidad social, entre otros;

v La creación de redes de aprendizaje y las mesas técnicas para el diseño de la normatividad para la EC en sectores específicos.

7. Comunicación y Educación para la EC Esta línea estratégica deberá cuatro áreas de desarrollo principalmente, las cuales son:

1.     La transformación de la cultura ciudadana hacia modelos de consumo consciente y responsabilidad compartida;

2.     La creación de planes de estudios bajo un modelo educativo para la sustentabilidad en los niveles básico y medio superior, con conceptos metodológicos de innovación abierta, tecnologías de la cuarta revolución industrial, EC y emprendimiento;

3.     El diseño de programas formativos de nivel técnico y profesional para la formalización de los empleos verdes o vinculados a los nuevos mercados o modelos de negocio de la transición hacia la EC;

4.     Diseño de programas de formación de jóvenes investigadores/innovadores circulares tanto para nivel superior, como para posgrados.

La publicación del INECC, además, presenta de manera esquemática la hoja de ruta para la transición y adopción de la EC en México, para sectores prioritarios, la cual podrá extenderse a otros sectores interesados en transitar hacia un modelo económico circular.

La economía circular para el México premoderno

Ya en 2018 se consideraba a México como una economía dual, una economía con sectores modernos y otros tradicionales[3], donde:

  • 57 por ciento de la población no encontraba un empleo en el sector formal,
  • menos del 20 por ciento de la fuerza laboral trabajaba en el sector manufacturero,
  • el 62 por ciento de la población tenía un ingreso inferior a la línea de bienestar,
  • el poder de compra del salario mínimo era semejante al de la década de los años sesenta, y
  • 63 por ciento de la población no tenía acceso a la seguridad social y los que tenían acceso a los servicios de salud lo hacíann de forma muy heterogénea.

Adicionalmente, a finales de 2019, la pandemia provocada por el COVID-19 nos ha hecho perder al igual que a otros países Latinoamericanos, más de diez años en lo avanzado en el combate a la pobreza, el hambre, la informalidad en el empleo y el desempleo. Para la Directora Ejecutiva de la Comisión de Estudios Económicos para América Latina y el Caribe (CEPAL), esta crisis demanda parlamentos más efectivos, eficientes y abiertos, así como abrir canales institucionales de diálogo e incidencia de la sociedad civil para conseguir respaldo y comprensión, así como para conducir el proceso después de la crisis.[4]

Por su parte, el Gobierno de Canadá (Environment and Climate Change Canada), preparó el diagnóstico intitulado “América del Norte: Acelerar la transición hacia una economía próspera, resiliente y baja en carbono” en mayo de 2021, con el propósito de contribuir al debate sobre el tipo de economía circular a desarrollar en América del Norte. En él se plantea que México es un país complejo que presenta dos facetas bastante diferentes y a menudo contradictorias: una moderna y otra premoderna, que influyen juntas en el ritmo de transformación de México hacia una economía circular.

Con base en tales consideraciones, se hace evidente que cualquier esfuerzo que se realice en México para diseñar e implementar sistemas de economía circular acordes a sus necesidades y realidades, debe considerar de manera explícita la forma en la que atenderá los requerimientos de las comunidades que habitan los municipios que integran el México premoderno y reúnen a millones de personas que conforman al Sector Social de la Economía.

Es por esta razón que en repetidas ocasiones y durante el proceso de integración y dictamen de la Ley General de Economía Circular, hemos escrito, difundido y hecho llegar a los legisladores, a nivel federal y estatal, artículos que abordan esta necesidad y que están disponibles en las páginas: www.cristinacortinas.org y www.fundacionccortinas.org.

Otro siglo perdido. Las políticas de desarrollo en América Latina

En esta ocasión, para poner en perspectiva lo que ocurre en el México premoderno antes de transitar hacia la economía circular, haremos mención a lo planteado por Victor Urquidi en su libro póstumo “Otro siglo perdido. Las políticas de desarrollo en América Latina”[5], en el que reflexiona sobre lo ocurrido en México y el resto de la Región Latinoamericana, que reúnen a las poblaciones con la mayor desigualdad del mundo.

Para Víctor Urquidi el desarrollo económico se funda en la participación consciente y espontánea de todos los actores sociales. Desde su punto de vista, hasta el decenio de 1950, aún no existía una idea compartida de desarrollo económico y la idea prevaleciente hasta fines de la segunda Guerra Mundial era la de recuperar las condiciones precedentes a la crisis de 1929.

Según M. Carmagnani comentarista de su libro, Urquidi precisa que la difusión de la idea de desarrollo, si bien fue estimulada y acelerada con la creación de la CEPAL, se convierte en operativa sólo en el decenio de los sesenta (1960) cuando converge la idea de desarrollo sustentada por la generación fundadora de la CEPAL, de la cual él forma parte, con la preocupación por el desarrollo de los gobiernos latinoamericanos, entre los cuales figura México y donde la acción desplegada por Urquidi fue importante. La importancia de ilustrar la idea compartida de desarrollo depende, como apunta Urquidi, de que propició la participación democrática de los actores latinoamericanos. La participación de los actores sociales se convierte así en la fuerza subyacente para impedir la consolidación de los obstáculos que conoce el desarrollo latinoamericano a partir de los años ochenta.

Son los actores sociales los que hacen posible que las fuerzas económicas del mercado, del Estado y del contexto internacional puedan ser reactivadas para dar vida a una fase inédita de desarrollo, gracias a una nueva relación entre mercado interno y comercio exterior y entre economía real y economía financiera. En suma, sin tomar en cuenta el nexo entre los actores sociales y las fuerzas económicas no se logra comprender que cada fase de desarrollo se caracteriza por una diferente relación entre economía real y economía financiera y entre mercado nacional y mercado internacional.

Para Víctor Urquidi, no obstante que en algunos periodos el desempeño haya sido bueno, como el que se dio entre 1950 y 1973, la región latinoamericana conoce a partir del segundo tercio del siglo XX un rezago no sólo en relación con los países de otras áreas industrializadas, sino también en relación con otros países en desarrollo. Es en la fase de la industrialización sustitutiva de importaciones (ISI) del periodo 1950-1973, que tiene lugar una industrialización deliberada pero sin un plan integral preconcebido. Sus críticas son consideradas como una gran ayuda para replantear ideas innovadoras, que permitan elaborar nuevas políticas públicas que encaucen el área latinoamericana hacia una nueva fase de desarrollo y que la alejen de la inestabilidad que ha vivido y aún vive.

De acuerdo con M Carmagnani, la ausencia de una memoria histórica, déficit que se constata en la formación cultural de los economistas y en particular de los que operan en los gobiernos, los lleva a ver el presente como una novedad absoluta. De allí que, al contrario de lo que hace Urquidi, lean el momento actual como una discontinuidad, una ruptura, respecto al desarrollo económico precedente.

Esto último da como resultado el que se dejen de lado las causas raíz de nuestra situación económica en la segunda década del siglo veintiuno y que no se atiendan éstas al formular una legislación para sustentar el modelo de economía circular para México.

Así por ejemplo, como se comenta en el libro del Dr. Urquidi, la fase económica de la apertura “indiscriminada” trajo como consecuencia políticas de mercado que han favorecido una mayor concentración de la propiedad y de la riqueza, al igual que políticas salariales condicionadas por “la necesidad de pagar deuda externa”, que han agravado la pésima distribución del ingreso y por encima de todo generado subnutrición y bajos niveles de salud.

De manera que para Víctor Urquidi, el cambio estructural implicaría:

  • Progresar de actividades de baja productividad a otras de mayor productividad, junto con el aumento general de la productividad total de los factores; es decir, no sólo del trabajo sino del capital, incluidos capacidad empresarial, eficiencia del Estado, mejoramiento en la formación de recursos humanos por medio del conocimiento, comunicación, educación y capacitación.
  • La reducción e incluso eliminación de las rigideces surgidas de instituciones creadas para otros tiempos, de sistemas de trabajo obsoletos, de impedimentos legales y de prácticas tradicionales improductivas.
  • El compromiso de mejorar los niveles educativos y la interrelación entre los diversos niveles y modalidades de la educación, y la asignación de recursos a la investigación científica y tecnológica, junto con el estímulo a la innovación.
  • La evaluación de los recursos naturales disponibles para mejorar su calidad y asegurar su aportación futura.
  • La ampliación de la oferta de vivienda y servicios de salud.
  • El mejoramiento de la productividad de la tierra, de las condiciones de producción agropecuaria y de la organización institucional y jurídica del sector agrario, no sólo para competir en los mercados, sino para elevar el ingreso y la calidad de vida del campesinado y de los agricultores.

Necesidad de vincular las leyes de economía circular y de la economía social y solidaria

Es en estas circunstancias que surge la propuesta de vincular las leyes de economía circular y de la economía social y solidaria (publicada en 2012); dado que esta última atiende las necesidades del Sector Social de la Economía, concebido en ella como: el sector de la economía a que se refiere el párrafo octavo del artículo 25 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual funciona como un sistema socioeconómico creado por organismos de propiedad social, basados en relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano, conformados y administrados en forma asociativa, para satisfacer las necesidades de sus integrantes y comunidades donde se desarrolla.

Lo anterior significaría reconocer como beneficiarios de la economía circular, a los organismos siguientes que integran al Sector Social de la Economía:

  1. Ejidos;
  2. Comunidades;

III. Organizaciones de trabajadores;

  1. Sociedades Cooperativas;
  2. Empresas que pertenezcan mayoritaria o exclusivamente a los trabajadores; y
  3. En general, de todas las formas de organización social para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios.

Es a ello a lo que busca contribuir el presente artículo y otros de esta serie dedicada a la economía circular comunitaria, regenerativa, social y solidaria.

[1] Para mayor información sobre la autora y el tema, consultar las páginas: www.cristinacortinas.org y www.fundacionccortinas.org

[2] Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). 2020 Martínez Arroyo A., Octaviano Villasana C.A., Nieto Ruiz J., Evaluación de la situación actual de la economía circular para el desarrollo de una hoja de ruta para Brasil, Chile, México y Uruguay. pp.59

[3] Diego Castañeda, (2018). ¿México es un país moderno?. https://economia.nexos.com.mx/mexico-es-un-pais-moderno/

[4] Alicia Bárcena. (2020). Los Efectos Económicos y Sociales del COVID-19 en América Latina y el Caribe. https://www.cepal.org/sites/default/files/presentation/files/200605_final_presentacion_parlamericasv_alicia_barcena.pdf

[5] Disponible en versión electrónica Kindle (https://www.amazon.com.mx/perdido-pol%C3%ADticas-desarrollo-América-1930-2005-ebook/dp/B01L2UQ8Q6) y comentado por Marcello Carmagnani. (2006). Víctor L. Urquidi, Otro siglo perdido. Las políticas de desarrollo en América Latina (1930-2005). https://www.eltrimestreeconomico.com.mx/index.php/te/article/view/550/843

Foto: Alberto Nava