Comunidades, ecosistemas y equidad: Economía Circular Comunitaria.

Fundación Cristina Cortinas / Desarrollo Sostenible  / Comunidades, ecosistemas y equidad: Economía Circular Comunitaria.

El bienestar de las comunidades, la conservación de los ecosistemas y sus servicios ambientales y el desarrollo económico con equidad, son la razón de ser del modelo de Economía Circular Comunitaria que la Fundación Cristina Cortinas busca incentivar.

Nuestro modelo es consistente con el rescate de prácticas tradicionales y nuevas prácticas de producción y consumo impulsadas en la actualidad en el marco de políticas de economía circular, para dejar de emplear materias primas vírgenes, reducir el consumo y evitar el desperdicio de agua, energía y materiales. Aunado a lo cual se busca prevenir la generación de residuos y reincorporar a los procesos productivos o reintegrar a la naturaleza los residuos que no se puedan evitar, a fin de erradicar su eliminación en rellenos sanitarios y su liberación al ambiente como contaminantes. Todo ello, por medio de actividades que son fuente de ingresos y de empleos bajos en emisiones de carbono, tendientes a mitigar el cambio climático y a incrementar la resiliencia de las comunidades.

 

 

En el caso de México, el modelo se funda en la existencia de una legislación nacional ambiental promulgada en 1988 que reconoce que los residuos sólidos son la principal fuente de contaminación de los suelos, por lo que establece que corresponde al gobierno y a la sociedad prevenir que esto ocurra; lo cual demanda prevenir y reducir su generación e incorporar técnicas y procedimientos para su reuso y reciclaje, así como aplicar el principio de que quien contamina paga y hacer efectiva la responsabilidad de quienes generan residuos peligrosos de ocuparse de su manejo integral y de asumir los costos correspondientes. Así mismo, el modelo encuentra bases legales suficientes –pero susceptibles de mejorar- para impulsar la Economía Circular Comunitaria en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), publicada el 8 de octubre de 2003, y en las leyes estatales y otros ordenamientos que derivan de ella, uno de cuyos principios clave para los fines que se persiguen, se expresa como sigue: “la responsabilidad compartida de los productores, importadores, exportadores, comercializadores, consumidores, empresas de servicios de manejo de residuos y de las autoridades de los tres órdenes de gobierno es fundamental para lograr que el manejo integral de los residuos sea ambientalmente eficiente, tecnológicamente viable y económicamente factible”.

No obstante que a lo largo de más de veinte años, se han desarrollado e impulsado programas y planes de acción gubernamentales y otros instrumentos de política tendientes a hacer efectivo el objeto de la legislación mencionada y garantizar el derecho ciudadano constitucional a un ambiente sano, es una realidad que la cantidad de residuos no deja de crecer, al igual que la contaminación ambiental provocada por su manejo inadecuado. Además, la práctica más común de manejo de los residuos sólidos es su disposición final en rellenos sanitarios, sitios controlados y no controlados, a pesar de que la legislación restringe el uso de los primeros solo para residuos no susceptibles de aprovechamiento o valorización, y prohíbe las otras modalidades de eliminación de residuos. Las cifras de recuperación y valorización de residuos reciclables en estas circunstancia son con mucho exiguas, lo que denota un desperdicio considerable de recursos y de oportunidades de tener mayores ingresos con ello, a la par que una mejora ambiental y social.

 

 

Una tarea pendiente ha sido la implementación efectiva del principio de responsabilidad compartida en la prevención y gestión integral de los residuos, en el cual se centra el desarrollo del modelo de Economía Circular Comunitaria, que busca involucrar al mismo tiempo la participación de los integrantes de los sectores público, privado y social, en las actividades que permitan lograr el cierre del ciclo de vida de los materiales a nivel local y regional, con un enfoque en el que todos ganen y consistente con la intención del gobierno y de la sociedad de que se reconstituyan las redes sociales a nivel comunitario, no solo con fines ambientales y económicos, sino también de seguridad y de reducción de la pobreza y el hambre.

La Fundación lleva el nombre de Cristina Cortinas, en reconocimiento a su contribución a lo largo de estos últimos veinte años al desarrollo de instrumentos legales y de política en las materias antes señaladas, a su trayectoria profesional como profesora e investigadora universitaria y como funcionaria pública en campos relacionados con la salud y el ambiente, o como integrante de organizaciones de la sociedad civil y colaboradora temporal en proyectos de organizaciones internacionales; lo cual se ve reflejado en las múltiples publicaciones y documentos de reflexión que difunde gratuitamente en su página electrónica www.cristinacortinas.org.

 

 

Es un hecho que la incursión de la Dra. Cristina Cortinas en el campo de la economía circular comunitaria es reciente y basada en el principio de “aprender haciendo”, en tanto que busca rescatar experiencias locales y regionales y propiciar la construcción de modelos apropiados a cada lugar, con la participación de los grupos de interés involucrados y abiertos a la colaboración de quienes a nivel nacional o internacional deseen participar en este proceso. De ello dan testimonio los materiales que difunde en su página en relación con los foros para impulsar la economía circular vinculada a la economía de la conservación a nivel local y regional, que organizó con la colaboración de instituciones académicas, organizaciones de la sociedad civil, organismos empresariales y apoyo del sector público en el curso de 2018 en Guadalajara, Jalisco, y en la Ciudad de Querétaro en el estado de Querétaro. Producto de este último foro, surgió el proyecto iniciado desde noviembre 2018 y en el cual colabora para implementar la Economía Circular Comunitaria en los cinco municipios que ocupan el territorio de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda en el estado de Querétaro, con el concurso en el equipo de trabajo de organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y de los gobiernos municipales y del estado; de cuyo desarrollo se informa en la sección México/Querétaro/Sierra Gorda de la página cristinacortinas.org

 

Fotos: Alberto Nava.