El aluminio en una economía circular

Este texto es parte de la presentación de la presidenta de nuestra fundación, Cristina Cortinas, en ALUMEXICO. SUMMIT & EXPO 2021

10 a 12 de noviembre 2021. León, Guanajuato

Mi presentación tiene como propósito compartir con ustedes cuál es la situación del aluminio al inicio de la tercera década del siglo 21, en cuanto a su aprovechamiento potencial acorde con una economía circular.

Para ello, en la presentación mencionaré cuáles son los ejes de la economía circular, hablaré de la circularidad y los mercados mundiales del aluminio, de la transición de México hacia una economía circular, así como de las oportunidades que se presentan en nuestro país para cerrar el ciclo de vida del aluminio.

En primer lugar abordaré el tema de los Ejes de la Economía Circular que Elevan la Resiliencia ante Cambios Disruptivos, porque justamente nos encontramos inmersos en una pandemia provocada por el coronavirus COVID-19 que inició hace dos años. A la vez, en este mes de noviembre, los líderes mundiales han sido convocados para encontrar medidas urgentes a fin de detener el incremento de la temperatura global provocada por los gases y contaminantes con efecto de invernadero.

Consistente con las preocupaciones anteriores, la economía circular tiene entre sus ejes centrales:

  1. La utilización racional de los recursos para asegurar la conservación de los ecosistemas y su equilibrio.
  2. La desmaterialización de los bienes de consumo.
  3. La prolongación del tiempo de vida de los materiales y productos.
  4. Los encadenamientos productivos y continuidad del ciclo de los materiales.
  5. Todo lo cual contribuirá a la mitigación de la liberación de gases con efecto de invernadero, así como de los impactos económicos y sociales de la pandemia COVID-19.

En cuanto al aluminio, su circularidad se ve favorecida por los siguientes factores:

  • La continuidad del ciclo de vida del aluminio es infinita.
  • El aluminio puede ser reciclado una y otra vez sin perder sus propiedades originales.
  • Los productos de aluminio pueden ser Rediseñados, Repensados, Reparados, Renovados, Remanufacturados, Reusados y Reciclados, lo cual es consistente con una economía circular.
  • Los productos de aluminio pueden sujetarse a modelos de negocios de retorno a los productores en su fase post consumo para su aprovechamiento.
  • El reciclaje del aluminio solo requiere del 5% de la energía empleada en su producción a partir de la bauxita.
  • La continuidad del ciclo de vida del aluminio contribuye significativamente a reducir las emisiones de gases con efecto de invernadero.

A manera de ejemplo, la tendencia en la desmaterialización de productos de aluminio, es evidente en el caso de los envases de bebidas, que son cada vez más delgados.

A su vez, empiezan a aparecer anuncios digitales de empresas que ofrecen a sus clientes cambiarles sus puertas y ventanas de aluminio por otras nuevas, renovar las usadas para volverlas a vender a menor precio, o en su caso, reciclarlas para generar aluminio secundario a utilizar en la fabricación de nuevos bienes; lo que ya se está convirtiendo en una práctica común acorde con la economía circular.

El aluminio tiene un amplio mercado, pues entre los sectores altamente consumidores se encuentran el transporte, la construcción, la energía eléctrica, la maquinaria y equipo, los envases, las envolturas de aluminio y otros bienes duraderos.

México puede seguir el ejemplo europeo respecto a la integración de un Plan de Acción para el Aluminio Circular para el año 2030:

  • Para que todos los productos de aluminio al final de su vida útil se recojan,
  • en el marco de una economía circular carbono neutra,
  • a lo cual la industria del aluminio se ha comprometido,
  • fijando tasas de reciclaje de 90% en los sectores de la automoción y construcción,
  • así como promoviendo la sustitución de importaciones de aluminio primario con alto contenido de carbono.

En el marco de la Coalición de Economía Circular para América Latina y el Caribe, creada en 2021 y de la que se hablará más adelante, existe la oportunidad de fortalecer los mercados regionales del aluminio bajo esquemas de economía circular. Para ello, será útil conocer los resultados de un estudio sobre la situación de los mercados del aluminio en América Latina y el Caribe, en el que se identifican cuáles son las barreras y brechas a superar, así como las oportunidades a aprovechar.

En la Región de Norte América, el nuevo Acuerdo Comercial entre México, Canadá y Estados Unidos (TMEC) establece Reglas de Origen aplicables al aluminio. Éstas fijan requerimientos para que una mercancía importada pueda ser reconocida como “bien originario” para efectos de solicitar trato arancelario preferencial y evitar la “triangulación” con mercancías producidas en terceros países, que no hayan sido sujetas a procesos locales para tener un valor agregado.

Entre las Reglas de Origen aplicadas al aluminio en el T-MEC se encuentran:

  • El Valor de Contenido Regional (75% originario de Norteamérica bajo el método de costo neto)
  • La Compra de partes de la región (Motor, Transmisión, Carrocería y Chasis, Ejes, Suspensión, Dirección y Baterías Avanzadas)
  • La Compra de aceros y aluminio de la región (Los ensambladores de vehículos deben comprar al menos 70% de aceros y aluminio originario de Norteamérica)
  • Y el Valor agregado en zona de salarios altos (Se debe agregar valor en Norteamérica donde el salario por hora sea de al menos U$16 dólares en al menos 40% para vehículos de pasajeros)

Los siguientes son los entornos nacionales e internacionales en tiempo de pandemia COVID-19 orientados hacia la economía circular.

En México, la Semarnat publicó en 2019 la Visión Nacional hacia una Gestión Sostenible “Cero Residuos” basada en la Economía Circular y en 2021 organizó varios foros para recabar opiniones de los diversos grupos de interés a fin de integrar la hoja de ruta a seguir para transitar hacia la economía circular, tendiente a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030.

Como ya se mencionó, en 2021 se creó la Coalición de Economía Circular para América Latina y el Caribe y están en proceso hojas de ruta de economía circular para otras regiones del mundo incluida Norte América.

Entre los objetivos de desarrollo sostenible a alcanzar mediante la aplicación de sistemas de economía circular, se encuentran:

  • el 3 para lograr una vida sana y bienestar para todos,
  • el 13 relativo a la acción por el clima mediante la aplicación de medidas urgentes para detener la elevación de la temperatura global,
  • el 12 para implantar prácticas de producción y consumo responsables,
  • el 11 sobre ciudades y comunidades sostenibles,
  • el 7 para brindar acceso a energía asequible y no contaminante,
  • y el 6 para garantizar agua limpia y saneamiento.

8 Aspectos pueden incentivar a lograr la circularidad del aluminio en México:

  1. El reciclaje de aluminio es un factor clave para el crecimiento de la industria automotriz, aeroespacial, de la construcción, electrónica y de generación de equipos médicos, aunque la producción de aluminio aún es modesta.
  2. La producción anual en México es del orden de 1.5 millones de toneladas métricas.
  3. En 2019 el costo total por importar aluminio al país fue del orden de seis mil 600 millones de dólares, lo que derivó en un déficit de la balanza comercial de aproximadamente cinco mil 280 millones de dólares.
  4. La industria del aluminio va a seguir creciendo en el país y el reciclaje y la importación que se realiza de chatarra e insumos básicos va a impulsar su crecimiento.
  5. Aunque existen métodos muy avanzados y plantas de fundición en diversas partes del país que aprovechan la chatarra y la reciclan para crear nuevos productos de aluminio, es indispensable impulsar la capacitación.
  6. La creciente demanda de este metal y las reglas de contenido regional en productos específicos del T-MEC, presentan a México el reto de elevar su producción a través del reciclaje de chatarra y la importación de insumos básicos.
  7. La escasez en el país de bauxita, ha impuesto la importación de este metal.
  8. Se estiman en 200 mil el número de empleos directos asociados a la industria de aluminio en México, que se pueden incrementar en una economía circular.

En México la legislación de los residuos evoluciona para permitir el tránsito hacia una economía circular cero residuos, como ha ocurrido:

  1. En el estado de Quintana Roo y en el municipio de Landa de Matamoros del estado de Querétaro en donde se promulgaron leyes estatales en 2019 y en 2021, así como un reglamento municipal en 2020, en materia de prevención, gestión integral y economía circular de residuos.
  2. En octubre 2021 en el Senado de la República se dictaminaron dos iniciativas de ley que corresponden a una Ley General de Economía Circular y una reforma integral de la Ley General para la Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de los Residuos. Dichas iniciativas requieren ser aprobadas por la Cámara de Diputados para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Finalmente, el equipo de consultores de la Agencia SustainLuum integró en 2020 una propuesta de hoja de ruta para facilitar la circularización de la industria del aluminio en México que convendría conocer y cuyos principales hallazgos se citan a continuación:

  • Se calcula que del total de residuos sólidos urbanos (RSU) que se generan diariamente en el país (120,128 toneladas) el 1.06% (38,201 t/mes) corresponde a residuos de aluminio.
  • Se estima que casi el 97% de los residuos de aluminio que se generan en unidades habitacionales y vía pública son separados y acopiados para su posterior reutilización o reciclaje; esta proporción representa un peso de 1,170 toneladas por día.
  • 1,370 centros de varias categorías manejan una cantidad de 6,071 toneladas mensuales de residuos de aluminio.
  • Se supone que el mercado informal podría acaparar hasta el 74% de los residuos que se generan de aluminio, mientras que los centros formalmente constituidos representan casi un 16% del mercado.
  • El 32% (12,142 ton/mes) del aluminio recuperado en centros de acopio es adquirido por plantas de tratamiento y reciclaje, mientras que el 24.5% (9,367 ton/mes) es comercializado directamente con empresas de industrias que requieren aluminio para sus procesos productivos.
  • Se estima que el flujo de residuos de aluminio que es exportado desde México corresponde al 34.51% del generado. En el contexto global, la comercialización de residuos de aluminio llegó a 8.93 millones de toneladas en 2018.
  • Se consideró un flujo de residuos adicional que es el generado por las empresas directamente en sus procesos de fabricación, y se identifican como residuos de manejo especial, estos residuos tienen el potencial de ser llevados directamente a procesos de reciclaje dentro o fuera de la empresa.
  • La Fabricación de Equipo de Transporte y la Fabricación de Productos Metálicos (la cual incluye a la industria de bebidas y alimentos) constituyen las de mayor generación de residuos de aluminio.
  • De forma adicional se considera al sector de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos como de elevada relevancia, puesto que a pesar de que la generación de residuos en su etapa productiva no alcanzó niveles como el de la industria del transporte, la elevada cantidad de aluminio consumida puede ser identificada en la etapa del post-consumo, para la cual en el contexto global se estima que en 2019 en un escenario ideal se podrían recuperar hasta 3,046 kt de aluminio.

La pregunta ahora sería cómo impulsar la formulación de un Plan de Acción Nacional para la Economía Circular del Aluminio, a fin de aprovechar las oportunidades identificadas a nivel nacional, regional e internacional, para mantener abierto el ciclo de vida del aluminio mediante cadenas productivas carbono neutras, regenerativas e incluyentes, que pueden ser fuentes de ingresos y empleos.

Muchas gracias.

Cristina Cortinas

Foto: Alberto Nava